Primera noche sin ti.
El sexo es maravilloso. Esa sensación que recorre el cuerpo entero, las emociones que se expresan, los movimientos que hacen del acto algo artístico, los jadeos y gemidos que se vuelven melodías.
Sin dudas, el acto sexual es un sello entre dos cuerpos que se necesitan mutuamente, de dos almas que anhelan la cercanía y el contacto entre sus pieles.
Jungkook intentó no verse desesperado por tenerlo gimiendo bajo su cuerpo pero le fue imposible viendo a Jimin usar esas prendas pegadas a su blanca piel.
Los dos se habían consumido en un beso apasionado, Jungkook apenas se había quitado su saco, pero seguía vestido. Nada más acariciando y besando a Jimin sin detenerse.
El rizado se sentía cada vez completo por tener al mayor tomando su cuerpo, pero es algo que no diría en voz alta.
Jeon por otro lado, comenzaba a tener una adicción por el cuerpo del ojiverde, pero quería convencerse que solo era por la excitación del momento.
Jimin sin esperar más tiempo, retiró la ropa del castaño, mientras besaba su cuello dejando quizás algunas marcas rojizas. El más alto aprovechó y colocó su condón.
Jungkook cerró sus ojos disfrutando de los besos en su cuello, Park tenía esos labios suaves que lo hacían volverse loco.
Quedaron desnudos, los dos habían retirado sus prendas por completo, el contacto de ambas pieles era mágico. El sudor resbalando por sus cuerpos, sus respiraciones agitadas, el sonido de sus jadeos y por supuesto, los gemidos que salían sin aviso, haciendo que la habitación sólo tuviera sonidos obscenos que los llevaba al límite.
Luego de varias estocadas, varias palabras sin sentido, muchos besos y muchas caricias, llegaron al límite y su orgasmo llegó a brindarles un enorme sonrisa de satisfacción.
Estaba tratando de recuperar su aliento, ambos acostados viendo al techo, nuevamente el silencio reinaba en la habitación pero no se sentían incómodos.
Fue Jungkook el primero en hablar.
—El taxi estará esperándote abajo, ya está pagado.
—¿Eres tú el que paga siempre? La otra vez intenté hacerlo y me dijo que no.
—Si, yo soy quien te pide venir así que también me encargo de que llegues a tu casa a salvo —dijo mirándolo a los ojos.
El menor le sonrió y agradeció en voz baja.
Jungkook solo apretó sus labios y se levantó de la cama. Comenzó a vestirse sin atreverse a ver a Jimin.
Nuevamente ese sentimiento extraño en su interior. No sabe qué es lo que sucede y tampoco quiere quedarse a averiguarlo.
El rizado conociendo lo que sigue, no dijo nada. Tan solo se levantó en silencio y también comenzó a colocarse sus prendas.
Ambos querían convencerse de que solo iban a compartir la cama para algo carnal. Nada más.
Si tan solo los sentimientos pudieran controlarse, nos evitaríamos muchas decepciones y corazones rotos.
El mayor fue el primero en salir como siempre, no le gustaba sobrepensar las cosas, peor si el causante de sus pensamientos estaba en la misma habitación junto a él.
—Karina, ya sabes que hacer, procura que llegue a salvo, ¿bien?
—Perdón la imprudencia señor, ¿desea que le contrate un chófer exclusivo para su pareja?
Jungkook le quedó viendo pero en ningún momento su rostro se mostró molesto.
—No.
—Lo decía porque el antiguo taxista no puede venir a estas horas y es más seguro que tenga a alguien capacitado hasta para cuidar de su pareja.
Ahí estaba nuevamente, la palabra "pareja" lo estaba aturdiendo demasiado.
—Él no es mi pareja, que quede claro. Lo sabes, solo vengo aquí con distintos hombres a una sola cosa, que lo veas seguido no quiere decir que me importe o que somos algo más que un encuentro casual —respondió fríamente sintiéndose mal por las palabras que acaba de soltar, pero se sintió abrumado y asustado al estar oyendo la palabra pareja.
Jimin había salido de la habitación, casi al minuto en que salió el castaño. Se detuvo cuando lo vio hablar con la recepcionista, se acercó lentamente y en silencio.
Se detuvo al escuchar lo que el ojiazul había dicho, sin saber el porqué su pecho dolió, esa pesadez que hace mucho no la sentía, estaba nuevamente queriendo ahogarlo.
Vio a Jungkook marcharse luego de haber dicho eso, suspiró y caminó hasta pasar por recepción.
—Hola, hay un taxi esperando por ti —dijo amablemente Karina.
—Gracias —dijo sin ánimos.
La chica lo vio y notó que no tenía la sonrisa con la que llegó, pensó entonces que habían discutido o algo. Quiso decir algo pero no se atrevió.
✧✦✧
Jimin llegó a su casa, estaba cansado, pero por primera vez en mucho tiempo, se sintió solo y vacío estando en su cama.
Apenas tres noches la ha compartido con una sola persona y parece que eso le está jodiendo la vida.
Por más que quiso, no pudo dormir. Lo único que hizo fue aguantarse las ganas de llorar, sin saber porqué se sentía herido.
Jungkook por otro lado, condujo sintiéndose incompleto, miró el asiento del copiloto y sonrió al imaginar al rizado la primera vez que fueron al hotel.
Era la primera vez que subía a alguien con quien follaba, a los demás siempre los enviaba en taxi, pero esa noche que lo conoció en los baños de ese bar, solo quería poder ser él quien lo llevara seguro hasta su destino, hasta la cama.
Se detuvo en medio del camino, estacionándose a la orilla de la carretera. Suspiró y sacó un cigarrillo, abrió las ventanas de su auto para que el humo pudiera salir.
Se puso a pensar en que ha roto muchas de las reglas que él solo se impuso, que ha hecho muchas "primeras veces" después de tantos años y todas las ha hecho en tres noches en las cuales ha estado con Jimin.
Jimin, Jimin... ¿qué tiene el chico? ¿Serán sus hermosos rizos? ¿Sus suaves labios? ¿Su perfecto cuerpo? ¿Su sonrisa tan encantadora? ¿Sus ojos mágicos?
¿Qué será? Se pregunta a sí mismo.
Terminó su cigarrillo y condujo hasta su casa, se dio una ducha y se dispuso a dormir las pocas horas de sueño que le quedaban.
✧✦✧
Taehyung al escuchar la puerta de Jimin ser cerrada, supo que había salido con el tipo que vino a buscarlo, ya que por primera vez el rizado no le avisó que estaría con alguien, lo que le pareció extraño ya que siempre trata de mantenerlo al tanto de su ubicación por alguna emergencia.
Está seguro de que fue con él, ya que su mejor amigo no tiene más amigos con los cuales salir durante la noche y regresar sin ánimos de siquiera buscar el chocolate que deja para él sobre la mesita de la entrada.
Kim encontró el dulce tal y como lo dejó, trató de no alarmarse pero desde que conoce a Jimin, siempre le deja un chocolate de la tienda en donde trabaja, sin importar la hora, el ojiverde lo agarra y se lo come.
Las veces que no lo tomaba, era cuando se sentía triste, incapaz de siquiera abrir la envoltura.
Quería despertarlo, preguntarle que sucedió pero le daría su espacio. Así que lo primero que hizo fue irse a la cocina y preparar el desayuno de ambos.
✧✦✧
El rizado despertó gracias a la alarma, no tenía ganas de moverse, sentía que su cuerpo pesaba pero tampoco quería que lo despidieran de su trabajo por faltar.
Con la poca fuerza que sentía, se levantó de su cama, buscó su uniforme, lo guardó en su bolso, se metió al baño, se duchó y salió para vestirse.
Encontró a su mejor amigo sirviendo el desayuno, le sonrió y le agradeció.
—¿Te gusta?
—Sabe delicioso, gracias Tae.
—También tengo esto —le puso el chocolate en la mesa, el rizado tan solo lo miró—. Lo dejé ayer ahí pero creo no lo viste.
—Demasiado cansado, no lo noté.
—Bien... sabes que si quieres hablar aquí estoy para escucharte.
—Lo sé.
Taehyung no siguió insistiendo, Jimin no supo cómo decirle lo que estaba pensando. Simplemente terminó su desayuno y se marchó a su trabajo.
✧✦✧
Jungkook había tenido una madrugada difícil, así que, llegar tarde a su trabajo fue lo único que pudo hacer. No podía faltar, ya que tenía algunos pendientes por terminar.
Su mañana fue de maldecir porque viéndose en el espejo pudo observar ciertas marcas que sabían de parte de quien eran. No tuvo otra opción más que usar una camisa con cuello de tortuga. No podía dejar a vista de todos esos chupetes. Ya hablaría con Jimin para que no se repita.
Aunque, no va a negar que tener chupetes por primera vez se siente de cierto modo, sexy. Puede ser que los deje, o mejor aún, ser él quien deje sus marcas por la suave piel blanca de su acompañante.
Llegó a su oficina siendo el centro de atención como siempre. Inició su trabajo y suspiró por el largo día que le esperaba.
Las horas pasaban, tuvo que hacer una pausa a lo que hacía porque cierta imagen de cierto chico se le aparecía y eso estaba costándole no concentrarse en sus asuntos.
Había tomado dos tazas de café en menos de diez minutos. Así que la preocupación que tenían sus dos mejores amigos no era en vano. Ya que Jungkook nunca toma café.
—¿Y bien?
Jin y Namjoon se encontraban en la oficina junto a él, el ojiazul ni siquiera los saludó, estaba en un pequeño trance sobre lo que ha estado sintiendo.
No les ha querido contar nada a sus amigos porque, ¿qué iba a decirles? Ni sabe que es exactamente lo que está pasando.
—¿Kook? —insistió Jin.
El ojiazul solo alzó la vista, sus amigos lo miraban con suma preocupación.
—¿Yugyeom está bien? —fue lo único que pudo preguntar.
—Si, no recordamos cómo llegamos a casa juntos pero al día siguiente tuvo que volar de nuevo a Estados Unidos, por algo familiar —respondió Jin.
—Que horrible —se quejó.
—Creí que iba a pasar algo entre ustedes —bromeó Namjoon.
—Él estaba muy ebrio, saben que no voy aprovecharme de nadie en esa situación —aclaró.
—Lo sabemos —afirmó Jin—. Ahora, ¿nos dirás qué te sucede?
—Nada.
—A ver, soy Kim Namjoon, a mi nadie me miente.
—Tu ex lo hizo —comentó el ojimarrón—. También tus hermanas, tu primo ese de pelo rojo y nosotros esa vez que dijimos que...
—Si Jin, ya entendimos —lo interrumpió—. Pero esta vez hablo en serio, Kook tiene algo y no quiere decirnos.
—No tengo nada.
—Estás bebiendo café.
—Estoy estresado, tengo tanto trabajo.
—¿Y qué me dices de ayer que saliste temprano de aquí? —acusó.
—Kim, tuve una emergencia, algo importante.
—¡Ahí está de nuevo! —señaló.
—¿De qué hablas? —preguntó Jin.
—Esa sonrisa, vi esa sonrisa la vez que salimos del club.
—Estás exagerando Nam —dijo, mientras intentaba disimular otra sonrisa por pensar en Jimin.
¡Mierda! ¿Qué estará haciendo? Quería escribirle, pero hoy no podía verlo, ya que tenía mucho trabajo. Así que no tiene una excusa para dejarle un mensaje.
—Te conozco desde los pañales, cuéntanos, ¿cómo es? ¿Hace cuánto lo conoces?
—Nam tiene razón, queremos saberlo todo —alentó su otro amigo.
Jungkook quería contarles todo, pero entonces se asustó. ¿Por qué quería hacerlo? Tan solo es su entretenimiento ocasional ya que él, jamás, nunca, en la vida, se enamora.
—Les diré la verdad, he pensado en, expandir mi empresa por Estados Unidos, así que es posible que esté viendo a Yugyeom seguido, por eso es que estoy feliz.
Sus dos amigos abrieron sus ojos en sorpresa, se vieron entre si y sus felicitaciones no se hicieron esperar.
—Pero es solo una idea, ¿okay? Nada es seguro.
—Tranquilo Kook, todo saldrá bien; además apuesto lo que sea que terminarás siendo novio de Yugyeom.
—Concuerdo con Nam, él siempre a sido tu crush, posiblemente ahora si se te cumpla.
Jungkook sonrió, fingiendo bastante bien. Él ya no quiere a Yugyeom de ninguna forma. Tan solo fue un gusto ligero, ahora su atención se ve totalmente en unos rizos y ojos verdes. Pero sabe que no quiere eso para su vida, así que no piensa seguir lo que sus sentimientos estén creando, tiene que controlarlos.
✧✦✧
—Solo es esta noche.
—Ya te dije que no Jeonghan, no puedo.
Jimin había pasado toda la jornada de su trabajo rechazando la invitación de uno de sus compañeros de trabajo. No quería tener citas, él no salía con nadie, peor alguien que era tan intenso como lo era Jeonghan.
Suspiró cansado, entró al baño y se vistió, estaba por salir pero una vez más tenía a Jeonghan frente a él suplicando que aceptara.
A decir verdad que físicamente el chico no estaba mal, estaba considerando pasar un buen rato tal vez, ¿qué podría pasar? Solo podrían ir a cenar y regresar algún motel cómodo nada más para besarse y tocar un poco ya que, no andaba de energías para tener algo más.
—¿Si salimos hoy, me dejarás en paz después?
—Claro —afirmó.
El rizado lo pensó una vez más, ¿qué podría pasar?
No es como que tenga algo que hacer.
—Está bien, vamos porque tengo que llegar temprano a mi casa esta noche.
El chico sonrió encantado y guió a Jimin hasta la salida, tomaron un taxi que los llevó a uno de los puestos de comida que estaba cerca de la zona.
—¿Quieres ordenar ya?
—Si, tengo hambre —respondió simple, revisó su celular y seguía sin tener nuevos mensajes. Tontamente esperaba recibir uno de cierto ojiazul pero no llegaba nada.
Tuvo que resignarse a que esta noche no vería al castaño, debía entender que solo ser verían cuando el otro necesitara ya que ese fue el trato.
Deseaba dejarle un mensaje diciendo que espera verlo pronto pero no se atrevió.
Asi que siguió fingiendo ponerle atención al chico sonriente frente a él. Quizás pase algo y pueda olvidarse de Jungkook.
✧✦✧
El verdaderamente estaba tratando de no tirarse del último piso del edificio. ¿Cómo se le ocurrió que llamar a Kai era buena idea?
Estaba siendo muy duro consigo mismo, durante su trabajo no dejó de pensar en tener a Jimin bajo su cuerpo.
Sabe que tienen un trato informal, pero no quiere verse tan desesperado por tener los besos del chico.
Así que su brillante idea fue llamar a Kai, un chico que trabaja en su empresa y que sabe ha estado enamorado de él. Nunca se habían hablado, más que lo necesario.
Pero necesita a alguien urgentemente para dejar de pensar en Jimin. No le está gustando la dirección que está tomando su atracción sexual con el chico de rulos. Así que necesita a alguien que comience a reemplazarlo.
Estaban aún en la oficina, no sabía como decirle que solo quería sexo, pero no quería hacer tanto drama y fue al punto.
—¿Sabes mantener un secreto?
—Por supuesto señor.
—Bien, es tarde, quiero llegar a casa y dormir pero antes necesito algo de atención.
El chico solo lo miraba coquetamente entendiendo a lo que se refería.
—Yo le puedo dar la atención que merece señor.
—Bien, llega a este lugar —anotó la dirección del hotel en una hoja y se lo entregó—. Vete desde ahora, toma un taxi y nos vemos allá —dicho eso comenzó a tomar sus cosas.
El chico sin perder más tiempo salió de la oficina para poder llegar al dichoso hotel.
Jungkook sin mucho ánimo cerró su oficina y caminó hasta el estacionamiento.
Miró su celular, entró a mensajes, no tenía ninguno de Jimin, quería decirle aunque sea buenas noches pero no se atrevió.
Condujo hasta el hotel, sería una noche larga para él.
Jungkook y Jimin trataban de ocultar y negar lo que empieza a ser obvio. Pero ninguno está listo para aceptarlo. Así que tratarían de que el momento en que estallen sus sentimientos nunca llegue o al menos retrasarían ese día.
Mientras tanto, buscarán suplentes para un puesto que los dos ganaron en la vida del otro. Un suplente quien pueda hacerles olvidar lo que empiezan a sentir.
Suplentes para evitar el amor.
Los dos estaban teniendo su primera noche sin el otro, desde que se conocieron. Porque el temor parece ser más grande que el amor y su orgullo un escudo ante sus verdaderos sentimientos.
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